Nuestro miembro más caprichosin no ha podido resistirse a comprar un remolque para vespa. Desde Bélgica, nada menos, se lo han traído. Lo mantenian bien en secreto Adrián y el susodicho, entre risitas entrecortadas y miraditas de palomo en celo. Vaya dos mamones. Necesitamos verlo en directo, manosearlo, criticarlo, y hacerle justicia con mejores fotos. ¡Queremos más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario