9am. Salida el jueves 11 de junio desde la mezquita de la M-30. Una T5 del 88 y una PX200 del 2000 (corrígeme Carlos). La PX, que no es gloriosa Motovespa, es Piaggio, y así nos luce, no es capaz de pasar de 60 subiendo Somosierra. Esto cabrea bastante a Carlos y le deja vendido frente al tráfico denso. Llegamos sobre las 11:30 a Aranda de Duero donde quedamos con Javi y su Sprint para salir los tres hacia Burgos. En Burgos cañitas y tapitas con Jaime (y novia), a punto de irse a Kazajstán con su hermano, en vespa. ¡Con dos cojones! Despedida y seguimos hacia Vitoria. No me funciona el cuentakilómetros desde que salí de la Mezquita.
La carretera de Burgos a Vitoria por Miranda de Ebro es bien bonita, bailando al son de los flujos de aire que dejan los camiones. En Vitoria no se pueden aparcar las motos en las aceras, pero la gastronomía lo compensa esa misma noche.
Al día siguiente cogemos otra bonita carretera de montaña para llegar hasta Eibar-Deba-Zumaia-Zarautz. El mar. No podemos dejar las motos frente a la playa, no nos dejan. Nos quedamos en Zarautz. Playita, asador, y por la tarde llegamos San Juan de Luz. Cenamos en Hondarribia. Disfrutando de la N-634. En un mirador disfrutando unas litronas oímos a unos chavales decir “Mira, unos mods”. Igualitos.
Al día siguiente deshacemos el camino hasta Eibar, dónde nos quedamos con las ganas de ver alguna Lambretta en su ciudad, y tiramos hacia Durango. Unos pinchos, preguntamos el camino, y a disfrutar el Puerto de Urkiola. Pasamos Vitoria y seguimos por comarcales hasta Laguardia, donde damos cuenta de algún que otro pincho mas. Disfrutando como enanos en carreteras desiertas. Directos a Logroño, donde 44ºC nos reciben de un bofetón. Disfrutamos del hotel, explotamos la calle Laurel, y nos vamos al Bizarre Fest.
Al día siguiente N-111 hasta Almazán, donde comemos. Gran descubrimiento de carretera, completamente despoblada, poquitas gasolineras. Una pena tener que coger un tramo de la A-2 hasta Madrid, pero no quedaba otra. Carlos dice que 1200km.
La carretera de Burgos a Vitoria por Miranda de Ebro es bien bonita, bailando al son de los flujos de aire que dejan los camiones. En Vitoria no se pueden aparcar las motos en las aceras, pero la gastronomía lo compensa esa misma noche.
Al día siguiente cogemos otra bonita carretera de montaña para llegar hasta Eibar-Deba-Zumaia-Zarautz. El mar. No podemos dejar las motos frente a la playa, no nos dejan. Nos quedamos en Zarautz. Playita, asador, y por la tarde llegamos San Juan de Luz. Cenamos en Hondarribia. Disfrutando de la N-634. En un mirador disfrutando unas litronas oímos a unos chavales decir “Mira, unos mods”. Igualitos.
Al día siguiente deshacemos el camino hasta Eibar, dónde nos quedamos con las ganas de ver alguna Lambretta en su ciudad, y tiramos hacia Durango. Unos pinchos, preguntamos el camino, y a disfrutar el Puerto de Urkiola. Pasamos Vitoria y seguimos por comarcales hasta Laguardia, donde damos cuenta de algún que otro pincho mas. Disfrutando como enanos en carreteras desiertas. Directos a Logroño, donde 44ºC nos reciben de un bofetón. Disfrutamos del hotel, explotamos la calle Laurel, y nos vamos al Bizarre Fest.
Al día siguiente N-111 hasta Almazán, donde comemos. Gran descubrimiento de carretera, completamente despoblada, poquitas gasolineras. Una pena tener que coger un tramo de la A-2 hasta Madrid, pero no quedaba otra. Carlos dice que 1200km.
1 comentario:
Muy buena la crónica, Jorgito. Da pereza parar a hacer fotos, pero luego, al hacer una crónica, siempre se echan en falta. Aquí no hay muchas, a ver si ya te vuelves digital, capullín.
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